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Información del sector

Sobre la ola verde: Tendencias, iniciativas y futuro de la banca verde

Por
Ondřej Slivka
10
min de lectura

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Introducción

«El debate sobre el cambio climático es un componente esencial de la agenda global de sostenibilidad y al que los servicios financieros pueden hacer una contribución importante»

Sin embargo, hasta hace poco, el sector financiero y sus instituciones tradicionales se han mostrado inmunes a cualquier innovación: no ha sido hasta los últimos años cuando se han visto obligados a la acción por la creciente competencia de empresas emergentes más ágiles que han aprovechado al máximo las nuevas tecnologías y los cambios en la legislación y la regulación (banca abierta y finanzas, DSP2, API).

Europa verde: La demanda determina la oferta

No son sólo las instituciones sino también los particulares quienes están cambiando su manera de afrontar la cuestión sobre el cambio climático. Una encuesta especial del Eurobarómetro sobre el Cambio Climático en 2021 mostró que el 93 % de los europeos considera que el cambio climático es un problema grave y un 96 % ha tomado medidas para combatirlo. Un estudio realizado por Deloitte en el Reino Unido en 2021 desveló que el 8 % de los encuestados ya había dirigido algunas de sus inversiones personales hacia opciones éticas y sostenibles, mientras que un 34 % había elegido marcas específicas por sus prácticas y valores sostenibles.

Para colmo, a principios del año pasado (2021) Mastercard realizó una encuesta entre consumidores de 24 países de todos los continentes, que mostró que una gran mayoría (85 %) de los adultos están dispuestos a hacer una contribución personal con el objeto de abordar los problemas de medio ambiente y sostenibilidad. 

Donde hay demanda, hay oferta, por lo que cada vez son más las instituciones e iniciativas que se centran en un nicho de mercado específico: clientes que se preocupan por el planeta y el medio ambiente, en lugar de las masas.

Tecnología financiera verde y climática: Qué es y qué papel desempeñará

Las actividades que combinan el medio ambiente (que abarca el clima), las finanzas y las tecnologías digitales son mencionadas a menudo en el contexto de actores alternativos y de empresas emergentes y compañías de tecnología financiera. Estamos hablando de las llamadas empresas de tecnología financiera verdes o climáticas.

Según el informe Climate Fintech de New Energy Nexus, en 2020 había 250 empresas de tecnología financiera climáticas en el mundo, incluyendo negocios de miles de millones de dólares y unicornios tecnológicos como Tesla, Beyond Meat y Nest. Hoy en día, el 8 % de todas las empresas de tecnología financiera europeas y británicas que utilizan APIs de banca abierta ya ofrecen un producto sostenible y, según PwC, la demanda de las soluciones que pueden ofrecer las empresas de tecnología financiera climáticas no hará más que aumentar en el futuro a medida que más y más empresas, inversores y gobiernos se comprometan con la llamada transición «net-zero».

Finanzas verdes: Los bancos (por fin) se están despertando

A pesar de la aparición de productos verdes en instituciones financieras alternativas, ahora son más o menos la regla en lugar de la excepción incluso en bancos tradicionales, que están llevando a cabo iniciativas sostenibles siempre que sea posible. El modelo de colaboración y asociación con nuevos actores y startups de tecnología financiera tiene aquí una frecuente aplicación, aportando tecnología que los bancos pueden utilizar e integrar con relativa facilidad en sus sistemas existentes o aplicaciones móviles.

Al mismo tiempo, el crecimiento del nuevo mercado de empresas verdes de tecnología financiera está impulsado por la demanda de los clientes, la opinión pública, las regulaciones y las iniciativas globales de forma voluntaria, así como también por las nuevas redes de socios y la disponibilidad de productos API específicos de plataformas bancarias abiertas.

El término «finanzas verdes» o «banca verde» puede considerarse algo así como una gama de iniciativas que en la mayoría de los casos combinan lo digital y lo sostenible, desde lo directo (tarjetas de pago hechas de plástico reciclado o madera cosechada de forma sostenible, tarjetas de crédito que plantan árboles, etc.) hasta lo más complejo (seguimiento de la huella de carbono de transacciones individuales, oferta de inversiones en fondos exclusivamente sostenibles, financiación preferencial para proyectos ecológicos, etc.).

Tendencias actuales de la banca verde

Se pueden encontrar iniciativas ecológicas en todos los sectores de la industria financiera. Según Green Digital Finance Alliance, hay un total de 8 categorías de productos dentro de las empresas verdes de tecnología financiera. Echemos un vistazo a algunas de estas con un poco más de detalle.

Pagos

Los pagos son clave principalmente porque el volumen total de transacciones de consumo es enorme y el comportamiento de compra está estrechamente vinculado a la huella de carbono. Por lo tanto, el potencial de lograr un cambio hacia la sostenibilidad es significativo en lo que a los pagos respecta. Entre los ejemplos típicos de iniciativas de pago está la posibilidad de compensar el carbono, la elección de envases ecológicos para compras en línea o redondear el importe de la compra y usar la diferencia para plantar árboles. 

Ejemplos de estas iniciativas son la holandesa Adyen, que permite a los clientes donar dinero a proyectos de restauración medioambiental, o la sueca Svalna y su calculadora de huella de carbono (más información sobre la huella de carbono a continuación).

Banca

La entrada de los conocidos como bancos retadores (o neo) en la banca minorista ha traído consigo una serie de cambios positivos. Además, estos nuevos actores han atraído principalmente a generaciones más jóvenes interesadas en el entorno de sus servicios y el enfoque general de la banca. La banca verde minorista, en particular, es una de las formas más sencillas para que las personas entiendan el impacto ambiental de sus decisiones (de compra).

Las iniciativas incluyen el seguimiento de la huella de carbono de las compras individuales, la compensación automática de los bienes adquiridos, las tarjetas de crédito hechas de materiales reciclados o sostenibles y las tarjetas de crédito donde la institución emisora contribuye a la reforestación. 

La empresa estadounidense Aspiration ofrece productos financieros para individuos y empresas con un enfoque en la beneficencia, la sostenibilidad y el medio ambiente. Envaluate, con sede en Londres, se centra en los consumidores, a quienes la startup «les permite iniciar sesión en su banco, rastrear su huella de carbono y llevar una vida más ecológica». 

La banca comercial también trabaja con herramientas como la financiación de proyectos sostenibles o los bonos verdes.

Préstamos e inversiones (incluidas las pensiones)

Estas dos áreas también han experimentado varios cambios positivos en los últimos años gracias a la tecnología financiera, mientras que el uso de las últimas tecnologías ha aportado velocidad, transparencia y opciones que antes eran difíciles de imaginar, como el préstamo P2P o las micro-inversiones.

Las iniciativas para reducir el cambio climático y el impacto ambiental incluyen préstamos para proyectos ecológicos (incluidas hipotecas ecológicas) o la inversión en los llamados activos ESG (Medio Ambiente, Social y Gobernanza), que Barclays ha valorado en más de 53 billones de dólares para 2025. KBC, por ejemplo, ofrece a los minoristas de bicicletas la posibilidad de proporcionar financiación crediticia a sus clientes en el punto de venta y la española Micappital Eco ofrece inversiones sostenibles. Una forma de inversión con un impacto significativo en el calentamiento global son las pensiones, que es el centro de atención de, por ejemplo, la empresa británica PensionBee con sus fondos de pensiones respetuosos con el medio ambiente, o Tumelo, que permite a los clientes ver en qué fondos se invierte su dinero y tener voz en las decisiones de sostenibilidad.

Seguros

Las compañías de seguros son los mayores administradores de activos del mundo, después de los fondos de pensiones, y por lo tanto su papel en los esfuerzos por reducir el cambio climático y sus impacto ambiental es crucial. Por otro lado, estas compañías son altamente vulnerables al cambio climático (incluidas las crecientes reclamaciones por desastres naturales), lo que afecta positivamente su motivación. 

Las iniciativas ecológicas de las aseguradoras incluyen, por ejemplo, tarifas con descuento para vehículos eléctricos o de bajas emisiones, electrodomésticos ecológicos, seguros para clientes de viajes compartidos, entre otros. La suiza Swiss Re se ha comprometido a dejar de asegurar e invertir en el 10 % de los mayores productores de petróleo y gas del mundo para finales de 2023, y Allianz ha lanzado su Fondo de Transición Climática para apoyar la economía baja en carbono.

Criptomonedas y blockchain

A pesar de la enorme intensidad energética del proceso de extracción de criptomonedas, la tecnología blockchain se considera clave (para algunos incluso la más relevante de todas) tanto para las empresas de tecnología financiera climática en general como para el seguimiento de la huella de carbono y se ha aplicado a una serie de iniciativas ecológicas por parte de las instituciones financieras, desde la distribución inteligente de energía hasta la emisión de bonos ecológicos. SolarCoin puede gastarse y comerciarse como otras criptomonedas, pero la diferencia esencial es que recompensa el uso de la tecnología solar (1 megavatio-hora = 1 SolarCoin).  

El seguimiento de la huella de carbono es una tendencia, pero la compensación de carbono es un problema potencial

Según Platformable, el 90 % de las soluciones de empresas verdes europeas y británicas de tecnología financiera están enfocadas en limitar el cambio climático, y parece que quienes no están tratando de neutralizar su huella de carbono hoy en día ni siquiera existen. 

Los clientes quieren saber qué efecto están teniendo sus compras en el medio ambiente, por lo que están recurriendo a marcas sostenibles y productos de comercio justo ante la producción en masa. Se necesita información para reducir la huella de carbono, y las personas la exigen a sus instituciones financieras. 

Sin embargo, calcular la huella de carbono no es fácil. Ahora se determina abrumadoramente por el llamado código MCC, un número de cuatro dígitos para cada transacción procesada por Visa o Mastercard que clasifica a las empresas según el tipo de bienes o servicios que venden.

Los códigos MCC se utilizan en muchos servicios basados en la nube por parte de grandes empresas bancarias y sus plataformas, como el Índice Aland en la solución que ofrece Mastercard a través de su Calculadora de Carbono, un índice que fue desarrollado en cooperación con la empresa de tecnología financiera sueca Doconomy, o el programa Fintech Partner Connect de Visa. La mayoría de ellos utilizan datos de pagos en tiempo real y calculan la huella de carbono de clientes individuales basándose en el Registro de Sostenibilidad Abierto, que tiene en cuenta los impactos locales sobre la huella de carbono total. Esto proporciona a los clientes una visión fácil de interpretar sobre cómo afecta su comportamiento de compra al medio ambiente, así como consejos para un estilo de vida más sostenible. Algunas empresas se sirven de una visión más global y traducen los datos en ejemplos más ilustrativos, como la cantidad de árboles necesarios para absorber una cantidad equivalente de CO2.

Según Platformable, el 17 % de todos los productos y servicios de tecnología financiera verde se centran exclusivamente en la compensación de carbono, es decir, no abordan las causas, sino que solo lo «limpian después». Mientras que algunos de los proyectos tienen mucho sentido (un ejemplo es la iniciativa Stripe Climate, que permite a las empresas donar una parte de sus ganancias a proyectos de eliminación de carbono), otros, como la reforestación, son más controvertidos y su verdadero impacto positivo en el medio ambiente (y la biodiversidad) es incierto. 

Eco Track es un servicio de mejora de datos basado en la API de Tapix que va más allá, hasta llegar al nivel de comerciante. ¿Por qué es importante? Evitar inconsistencias de datos mediante la localización y diferentes niveles de categorización significa que las plataformas bancarias pueden aprovechar la información de manera mucho más eficiente. Pueden ofrecer a los clientes el contexto necesario para todas sus compras y una educación financiera que vaya más allá de los simples datos. Eco Track ayuda a los clientes a aprender a través de su aplicación bancaria y los guía hacia la sostenibilidad ayudándoles a entender el impacto ambiental de sus compras individuales mediante educación, explicación y motivación.

¿Una huella de carbono sin datos? La información es poder

Las iniciativas de mitigación y cambio climático han aumentado significativamente la demanda de fuentes de datos nuevas y más precisas en los últimos años. Los datos son un factor clave para el cambio mundial en el camino hacia la reducción del cambio climático y los efectos ambientales de la actividad humana. 

Si bien es interesante contar con una cifra global sobre la huella de carbono de clientes o carteras individuales, no resulta tan útil como podría ser sin datos adicionales. Para tomar una acción específica (por ejemplo, reducir o evitar la compra de bienes y servicios con una elevada huella de carbono), es necesario saber cuáles de las transacciones contribuyeron a las emisiones y en qué medida. Sin embargo, el poder predictivo de los mencionados códigos MCC, que son los más comúnmente utilizados para determinar huellas de carbono, es limitado. El estudio de caso de Tapix de 2023, por ejemplo, mostró que hasta el 63 % de las transacciones categorizadas en función de los códigos MCC son erróneas.

Pero los bancos pueden ofrecer ahora a sus clientes datos de pago mejorados que son más precisos y fiables que los basados en códigos MCC, a la vez que se integran fácilmente en aplicaciones móviles a través de APIs. Una de estas soluciones es la API Tapix de la empresa checa de tecnología financiera Dateio. En sus mercados clave (en toda Europa, pero también en Oriente Medio), Tapix cubre más del 95 % de todas las transacciones, donde puede mostrar el nombre exacto, el logotipo y la ubicación GPS del comerciante, la categoría de compra, la dirección URL o las etiquetas ecológicas, además de la cantidad. Junto con la solución EcoTrack, estos datos sustituyen al seguimiento de la huella de carbono basado en el código MCC y permiten a las instituciones recompensar a los clientes por un gasto generalmente «bueno», como compras sin embalaje o viajes compartidos.

El desarrollo no deja de avanzar: ¿Adónde nos llevará la ola verde?

Según Platformable, el desarrollo hacia la sostenibilidad en la banca va en una buena dirección, pero se necesitan más mejoras, especialmente en términos de visión del producto y definición de modelos de negocio.  

Para desempeñar su papel con éxito en la reducción del cambio climático y el impacto ambiental, el sector financiero deberá innovar en varias áreas, según Maddyness.

  • Desviar las inversiones del petróleo y el gas hacia las energías renovables,
  • herramientas para rastrear emisiones y cambio de comportamiento a nivel corporativo y de consumidor,
  • la financiación de nuevas infraestructuras energéticas y de transporte,
  • gestionar y mitigar los riesgos climáticos.

PwC también identificó en su informe las barreras que las empresas de tecnología financiera climáticas deberán superar en los próximos años. Entre ellas están la tecnología, las finanzas, las regulaciones, los procesos y las personas (disponibilidad de talento y habilidades).  

Cuando se trata de rastrear la huella de carbono, nos dirigimos hacia un horizonte emocionante, uno que promete más precisión.

A día de hoy, estamos ya viendo un cambio a medida que las grandes corporaciones toman las riendas de su propia responsabilidad de carbono. No es sólo cháchara, sino que están caminando meticulosamente midiendo e informando sobre sus huellas de carbono. El enfoque convencional basado en códigos MCC para medir las emisiones de productos o servicios es ya, cada vez más, cosa del pasado. La clave para un camino más preciso y sostenible es aprovechar directamente sus datos.

Nuestro camino a seguir también implica congratular a los comerciantes individuales por sus acciones ecológicas transacción a transacción Contamos con herramientas poderosas como la ya mencionada API de Tapix, que mejora de manera fluida los datos de Dateio y fomenta una cultura de comercio sostenible. Mirar más hacia el futuro también implica la posibilidad de rastrear la huella de carbono de cada artículo en su carrito de la compra. Imagine un mundo donde cada elección de compra constituya un paso hacia un planeta más sostenible, con datos inteligentes que le mantengan informado a tiempo.

Acerca del autor

Ondřej Slivka, un entusiasta del marketing, le encanta compartir conocimientos en el mundo de la banca digital y la tecnología financiera.

Ondřej Slivka

Senior insider

Un experimentado entusiasta del marketing B2B con más de 5 años de experiencia compartiendo conocimientos en el mundo de la banca digital y la tecnología financiera. Mi pasión radica en la elaboración de estrategias innovadoras y el compromiso con un contenido capaz de ofrecer los resultados deseados.

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